Una problemática que solemos encontrar en las EMPRESAS DE CRECIMIENTO es la falta de profesionalización. Profesionalizar la empresa no es llenarla de profesionales sino darle método a la gente para trabajar. Estamos hablando de institucionalizar los procesos, si no la empresa es muy personalista y todo depende de la persona.
Los MANUALES DE TRABAJO permiten a cada empleado conocer la forma exacta en que deben ejecutar las tareas de rutina (tomar un pedido, responder a un reclamo, visitar a un cliente, etc). La ventaja de tener los procesos asentados en manuales son infinitas ya que permite a los directivos delegar más y generar estructuras más independientes y maduras. Asimismo durante el proceso de armado de los Manuales siempre surgen mejoras de procesos que ayudan a optimizar la forma de hacer negocios y a agregar valor al cliente. Ordenar los procesos de la empresa, ponerlos por escrito y que todos los conozcan son pasos clave para transformar a cualquier empresa.